Lo que el sentido común y el buen hacer nos dicta es que las filtraciones hay que tratarlas desde el lugar donde se producen, es decir, desde el exterior. Tenemos que intentar por todos los medios, que la impermeabilización de los muros o soleras se haga por la cara que sufre el primer contacto con el agua. De este modo, no solo conseguimos evitar más filtraciones, conseguimos igualmente mantener los muros y soleras secos, ya que de lo contrario, podríamos poner en peligro la estabilidad de los muros.
Nuestras soluciones (usuales, particularizables siempre al problema):
- Perforación de los muros y soleras hasta llegar al material de relleno, es decir, todo el grueso del mismo.
- Colocación de obturadores en cada perforación, siendo este elemento el que haga de conexión entre el trasdos del muro y el material de inyección.
- Inyección de resinas de poliuretano aquarreactivas, que en contacto con el agua del terreno, reaccionan formando un material sólido y elástico, que cubre la totalidad de las zonas donde se producen filtraciones, evitando el paso del agua al interior y favoreciendo el secado de los muros.
De este modo y como explicábamos anteriormente, conseguimos cortar las vías de agua al interior de la edificación y por último y no menos importante, evitamos que los muros estén húmedos permanentemente.
